Pero al abrir los ojos y mirar al lado izquierdo de la cama y solo poder contemplar mantas que abrigan la ausencia; derivo al pensamiento que pese a todo el placer que causa el sexo, no supera a el dolor de dormir acompañada y despertar siempre sola.
Mi estrategia es que un día cualquiera, no sé cómo ni sé con qué pretexto, por fin me necesites.
lunes, 26 de noviembre de 2012
Una noche de sexo es un libro menos leído.
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Es una delicia dormir acompañada... sobre todo después de una noche de pasión...
ResponderEliminarLo triste es despertar y dormir en soledad siempre...
Un abrazo
Qué idea más bonita de una noche de amor, si esos desencadenantes exixtieran -por qué no-, sería el mejor motivo para explorar el universo.
ResponderEliminarHasta soñado es bonito. El despertar...bueno, soy de los que pienso que siempre se puede encontrar el lado positivo a todo y exixten periodos en la vida, al menos existió enj la mía, en los que too esto me dió para crecer y valorar más lo que había de llegar. Qué no pueda el desánimo.
Saludos
Claro, en la soledad es cuando se aprende a apreciar las pequeñas cosas!! Y aunque pocas cosas superen un "Buenos días, princesa" otras muchas lo igualan, como los rayos de sol(de una mañana cualquiera)que se cuelan sin permiso en una habitación llena de invierno.
EliminarUn cordial saludo.
Que bonito, me encanto esta entrada, ¿te gustaría leer mi historia? soy nueva aquí c:
ResponderEliminarEs curioso. Para muchas personas la resaca del sexo es una sensación desagradable. Supongo que depende de qué experiencia se haya tenido.
ResponderEliminarLa resaca del sexo es una sensación contradictoria; muy dulce pero muy amarga a la vez; son los recuerdos contra el olvido.
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